Es el adelanto de su primer disco, a editarse en octubre de este año, y que llevará por título Cárcel de rehenes.
Es en sus canciones donde una historia de amor partido reconforta, el hastío de un día de trabajo inspira, y estar a la tarde en la vereda tomando un café se puede volver un infierno difícil de soportar. ¿O la contradicción no es parte de nosotros mismos?
En el disco toca el piano, los teclados y las programaciones de sus composiciones. Zanga compone sus canciones como un orfebre al final de una jornada extenuante, o bien, transpirando las madrugadas. El listado de temas incluye:
1- Vamos: La letra nace de la historia real de una relación de pareja, con muchas idas y vueltas, muchos cortes e interrupciones, por diferentes motivos. Hasta que todo parece estar agotado y llega el momento de tomar la decisión de correr el riesgo por ultima vez intentando sortear todos los obstáculos y seguir adelante, o deshacerlo definitivamente.
2- Cárcel de rehenes: Surge en un “día de furia”, después de una jornada dificilísima, como la que cualquiera puede tener habitualmente. Llegué a mi casa lleno de bronca contra todo, contra el mundo, con un notable mal humor regido por mi energía negativa. Casi automáticamente, y como si me estuviesen dictando la letra y la música, surge la canción, en 20 minutos, sentado al piano. La energía negativa, sublimada en arte, ya se había transformado en positiva…
3- A través del cristal: Buenos Aires y la rutina en la ciudad. Una oficina porteña. Unos protagonistas muy jóvenes. Una historia de amor pudo haber sido.
4- Huella sin fin: Dedicada a la memoria de mi hermana Adriana, muerta en el año 2000.
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